jueves, 6 de diciembre de 2012

Diciembre y la cocción sin agua


Ya estamos en diciembre, el mes en el que empieza el invierno, la estación del año conocida por las bajas temperaturas, la oscuridad y el silencio. Las personas calurosas están en su salsa en el frío, porque tienen calor de sobras para no sufrirlo; en cambio es cuando más sufrimos los frioleros, porque se pone en evidencia la debilidad de nuestro calor corporal.

Para aclimatarnos mejor al frío recomendamos incorporar en la dieta el uso de especias como el clavo, semillas de fenogreco, hinojo o anís, pimienta negra, jengibre, corteza de canela, verduras de la familia de la cebolla (cebolla, cebolleta, puerro, ajo…). La verdad es cuando falta calor (o yang en medicina tradicional china) en el cuerpo, el invierno se convierte en el peor momento del año… donde puede empeorar la salud a diferentes niveles, dando síntomas que van desde urinarios (como la micción frecuente y abundante), digestivos (como digestiones lentas, dolor abdominal intenso, poco apetito, heces sueltas), y más generales como el cansancio, la aversión al frío o debilidad de las lumbares y las rodillas. 

En general, lo que más apetece en estos días son las sopas calientes, los granos integrales y los frutos secos y semillas como las nueces o las pipas de calabaza. En los fogones recomendamos que predominen las cocciones lentas y con poco agua.
Por cierto, ¿sabes cómo hacer una cocción sin agua? ¡Te lo explicamos!

La cocción sin agua es la mejor de las cocciones porque permite que los alimentos se cocinen en sus propios jugos, lo que realza sus sabores y vitalidad. Para ello se necesita precalentar una cacerola gruesa y añadir 2 cucharadas soperas de agua. Se calienta el agua hasta que genere el vapor que hará que las verduras suelten sus líquidos. En ese momento se añaden las verduras y se baja el fuego al mínimo para que se genere la humedad propia de los alimentos y se cuezan en ella.

Es un método de cocción que, aunque puede parecer un engorro porque toma bastante tiempo, es una buenísima forma de cocinar prescindiendo del uso del aceite y del recurso fácil como hervir o la cocción al vapor (más propias de momentos en los que se prioriza la hidratación de los alimentos).

¿Y tú? ¿Tienes algunas recetas de esas buenas para sacarte el frío polar del cuerpo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario